martes, enero 30, 2007
El Mundo.es.- Rubalcaba vuelve a intentar hoy el consenso parlamentario contra ETA
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viernes, enero 19, 2007
La Razón: Un cordón sanitario contra el PP
La bitácora del director
Un cordón sanitario contra el PP
Todo estaba montado para que la manifestación de ayer resultara una muestra de rechazo contra el Partido Popular y una forma de camuflar la figura malherida del presidente del Gobierno. Aún nada sabemos ni de cómo ha sido el «proceso» ni si se mantendrá en el futuro. Zapatero sigue abrazado a un hermetismo ya inaceptable. Ha llegado la hora de la transparencia y de la verdad. El presidente del Gobierno debe ofrecer mañana un cambio radical.
José Alejandro VARA
avara@larazon.es
Catorce días después del atentado de Barajas, ayer, por fin, se nos informó de la composición del explosivo. No de la cantidad de la carga. Algo es algo. El ministerio del Interior ha tenido finalmente un gesto mínimo de transparencia. Lo que aún no se puede decir del presidente del Gobierno que, quizás sumido en el tsunami mental que le produjo el doble crimen de la T-4, no ha acertado a explicar aún a los españoles en qué consiste su plan para derrotar al terrorismo.
Paz y unidad clamaban ayer las miles de personas que se manifestaron tanto en Bilbao como en Madrid después de una semana con ribetes patológicos, en los que los bailes en los lemas de las manifestaciones dejaron traslucir, prístinamente, el objetivo claro de la convocatoria: diluir el terrible efecto causado por la explosión en la credibilidad del presidente y encerrar más al PP dentro de ese «cordón sanitario» (ese gulag) que propuso Federico Luppi en un arrebato de inaceptable verborragia.
Nada sabemos del desarrollo de lo que el presidente del Gobierno bautizó en su día como «proceso de paz». Únicamente conocemos su aspecto más terrible. El de la bomba. Es decir, el de siempre. El presidente del Gobierno ha reclamado con insistencia confianza, unidad democrática, fe, tiempo, templanza... pero no ha hecho partícipe de este esfuerzo a la oposición, pese a que Mariano Rajoy, con tenaz paciencia y con irrenunciable moderación, le ha ofrecido todo tipo de apoyos y de comprensiones. Nada puede hacerse contra el terrorismo sin contar con la participación de todas las fuerzas democráticas, como se desprende hoy claramente de la encuesta que publica LA RAZÓN. Equivocadamente, Rodríguez Zapatero estaba convencido de que esa batalla la podía librar en solitario, en secreto, en forma tan hermética como opaca. Sin implicar en ella a los diez millones de españoles que representa el Partido Popular. Tras el mazazo de Barajas, había tenido la gran oportunidad de rectificar, de reconocer que se ha equivocado, de salir a la palestra pública junto al líder de la oposición y reconocer que, bueno, se ha intentado, no ha sido posible, hasta aquí hemos llegado y, a partir de ahora, retomemos la vía del pacto antiterrorista, con o sin el polémico preámbulo, y hagamos frente de una vez por todas, unidos, al terror.
El espectáculo que ha precedido a las manifestaciones de ayer permite sospechar que no va a ser ése el camino. Incluso en el comunicado de la marcha de Madrid se hablaba subrepticiamente del diálogo y del poder de la palabra. Ya lo hemos visto. Con ETA tan sólo se puede hablar de ETA. Ni de autodeterminación ni de territorialidad. De que dejen las armas. Luego se verá la capacidad de clemencia que tiene esta sufrida sociedad.
Mañana tiene el presidente del Gobierno una nueva oportunidad para no mantener a este país tan quebrado como nunca lo ha estadodesde la transición. Mañana, el presidente del Gobierno debe confirmar que se retira el aval que recibió el Gobierno para negociar con ETA porque ya no hay «ausencia de violencia». Que rompe definitivamente con la banda, él, en persona, como presidente de todos los españoles. No nos valen las rupturas forzadamente esgrimidas por la vicepresidenta o el ministro del Interior. Finalmente, debe exponer a todos los españoles cuál es la nueva línea que, fracasado el «proceso», propone para combatir al terror. Ojalá sea así. Pero mucho nos tememos que en su corazón aún anida ese sentimiento con el que llegó a la Moncloa y que se plasma, principalmente, en tender un cordón sanitario en torno al PP mientras se negocia con quien no se debe. .
Luppi, sin disfraz
Sería injusto poner en el mismo plano al gran Federico Luppi con algunos de los actorcillos del «No a la guerra». Luppi es uno de los grandes nombres del mundo de la interpretación del mundo latinoamericano. Algunas de sus intervenciones en las películas de Aristaráin sin duda son merecedoras de óscar. Por eso resultó tan penoso verle singularmente colérico en su convocatoria a la manifestación anti-PP. Se confunden quienes piensen que Luppi es tan sólo un titiritero. Igual que se confunde él al poner en el mismo plano al Partido Popular con la dictadura de Videla. Luppi ofendió a diez millones de españoles que votan al PP y que, quizás, ven algunas de sus películas. Por eso, es una pena que el gran actor se quitara la máscara.
jueves, enero 11, 2007
El Periódico.- Chávez jura el cargo bajo el lema "patria, socialismo o muerte"
11/1/2007
VENEZUELA
Chávez jura el cargo bajo el lema "patria, socialismo o muerte"
MÉXICO
"Patria, socialismo o muerte". El lema, de esencias guevaristas, resonó ayer en Venezuela en voz del presidente, Hugo Chávez, quien juró "construir la vía venezolana al socialismo" en su tercer mandato, y tuvo eco horas después en Nicaragua, donde el exguerrillero Daniel Ortega volvió al poder ante una veintena de mandatarios y cientos de invitados. Ambos líderes firmaron anoche un acuerdo por el que, a cambio de petróleo y créditos, el nicaragüense apoyará los "ideales bolivarianos" del venezolano.
Ante una Asamblea Nacional decidida a asegurarle futuras reelecciones y otorgarle más poderes, y con la banda presidencial al revés, ahora sobre el hombro izquierdo, Chávez juró consagrar su "vida entera" a la "construcción del socialismo venezolano, de un nuevo sistema político, económico y social". El ya denominado comandante, en el poder desde 1999, anunció una inminente "ley de leyes revolucionarias", dijo en su discurso que "en la próxima vida a lo mejor" será "cura" y voló a Managua para aconsejar a Daniel Ortega.
REGRESO SANDINISTA
Tras casi 17 años en la oposición, el líder sandinista retomó las riendas de Nicaragua en presencia de los presidentes latinoamericanos más disímiles y del Príncipe de Asturias. Ortega recibirá 10 millones de barriles de petróleo al año y créditos de un Chávez decidido a ensanchar su Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba) frente al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de EEUU.
domingo, enero 07, 2007
El País: Matilde Horne, de 92 años, traductora de 'El señor de los anillos', ha dejado de percibir unos suculentos derechos de autor
Los problemas básicos de un sector básico de las letras
"Nunca vi poesía en Tolkien"
Matilde Horne, de 92 años, traductora de 'El señor de los anillos', ha dejado de percibir unos suculentos derechos de autor
VIRGINIA COLLERA - Ibiza - 06/01/2007
Matilde Horne es en realidad Matilde Zagalsky. "Firmo con el apellido de mis hijos, Martín y Virginia, porque me pareció que tenía que dejarles el trabajo, la autoría, de su madre y también el recuerdo del padre que no estaba", explica Matilde desde una silla de ruedas que parece demasiado grande para su diminuto cuerpo.
La noticia en otros webs
Matilde Horne es en realidad Matilde Zagalsky. "Firmo con el apellido de mis hijos, Martín y Virginia, porque me pareció que tenía que dejarles el trabajo, la autoría, de su madre y también el recuerdo del padre que no estaba", explica Matilde desde una silla de ruedas que parece demasiado grande para su diminuto cuerpo. No recuerda cuándo empezó a traducir, y el olvido no puede despacharse con un "son cosas de la edad" porque la memoria de Matilde, argentina de 92 años, es envidiable.
"Conmigo nació la necesidad de expresar un idioma en otro, de recrearlo, inventarlo", comenta. De joven, les leía a sus amigos la poesía de los surrealistas franceses en castellano, y ellos no creían que esos versos estuvieran escritos en francés, sino en un castellano con acento rioplatense. Leyendo aprendió inglés y francés. "Aprendí sola, leyendo. Tuve un profesor particular durante un año, cuando mis padres tuvieron alguna posibilidad económica, pero nada más". Y traduciendo aprendió a traducir. "Leyendo y poniendo alma, que es la única capaz de percibir más allá de lo visible y lo audible".
Ha traducido, sobre todo, literatura, a autores como J. R. R. Tolkien, Doris Lessing, Angela Carter, Stanislaw Lem, Ray Bradbury... Aunque en Argentina también tradujo durante mucho tiempo para la asociación de psicoanalistas. "Y mira, traducía del inglés al castellano, y a veces también del castellano al inglés, y los psicoanalistas ingleses decían que entendían mejor mis traducciones que las de los traductores nativos", cuenta orgullosa.
A pesar de que ha estado enredada en la madeja de las lenguas hasta los 86 años, cuando sus ojos gastados dijeron basta, ya no sabe si lo echa de menos, ni siquiera si ha merecido la pena. "En los últimos tiempos ha habido tantos equívocos que mejor me olvido de este interés por aprender a escribir las cosas como tenían que estar escritas", se lamenta. Pero no ha conseguido desenredarse del todo: "Ahora escribo con la mente". Y en ese divertimiento lingüístico y mental también ha prescindido de editores, derechos de autor, facturas... y se ha quedado con lo que verdaderamente le gusta: las palabras. "La palabra 'llovizna' me parece hermosísima, con esa elle como tartamuda y los sonidos que vienen a continuación; me gusta mucho". Sumida en sus divagaciones lingüísticas no puede, ni quiere, detenerse. "Otra que me impresiona mucho es 'muñón'; me parece terrible: es un trozo de carne que no está vivo, pero tampoco está muerto. Me estremezco cada vez que la oigo o que lo veo, porque aquí en la residencia...".
Se encoge de hombros cuando trata de explicar por qué ha acabado en una residencia de ancianos en Ibiza. No lo comprende. En toda su vida no ha hecho otra cosa que trabajar, que traducir. "Siempre he vivido escasamente. Tenía dos hijos a mi cargo, pero no me imaginaba esto".
En 1978, época en la que las dictaduras militares oprimían Argentina, Matilde puso rumbo a España. Y se instaló en Barcelona, donde también estaba su amigo Francisco Porrúa, entonces al frente de Ediciones Minotauro. "Paco escribió a Christopher Tolkien para decirle que yo era la persona ideal para continuar con la traducción de sus libros". Él ya había traducido 'La comunidad del anillo', la primera entrega de la saga de El señor de los anillos. Matilde se encargaría de traducir las dos siguientes: 'Las dos torres' y 'El retorno del rey'. "Fue una traducción difícil, pero creo que gustó bastante. Me dijeron que era muy linda, muy poética, aunque yo nunca vi mucha poesía en Tolkien. Debería haber leído El señor de los anillos con 20 años y no con 60; a esa edad yo ya estaba de vuelta y muchas cosas me parecían falsificadas. Definitivamente, no lo leí en la época adecuada".
Matilde disfrutó muchísimo más traduciendo Los libros de Terramar, de Ursula K. Le Guin; Solaris, de Stanislaw Lem, o La pasión de la nueva Eva, de Angela Carter. "En realidad, a Tolkien lo juzgo un poco elitista: los rubios, hermosos y altos del norte, y los negros, feos y malos del sur, pero no dudo de su imaginación y su riqueza verbal". Con todo, Matilde pasó más de dos años enredada en el universo Tolkien. "Creo que tendría que pedirle a Christopher un pequeño fondo de reserva por la cantidad de ojos que gasté", bromea. "Y de cerebro", añade su hijo Martín -él no bromea-, de visita en Ibiza.
Acabado el trabajo, se olvidó y siguió traduciendo para Minotauro y para muchas otras editoriales.
En 2001, Porrúa vendió Ediciones Minotauro al Grupo Planeta y, en concepto de "finiquito después de 50 años de traducciones", le dio a Matilde 6.000 euros. "Nunca tuve idea del valor del dinero. En ese momento me pareció bien, pero luego me di cuenta de que no daba para nada". Poco después volvería a reunirse con Porrúa: "Le dije que se había equivocado y él me dijo que Planeta le había hecho la mejor oferta y que quería las obras libres de derechos, y yo allí me quedé colgada". Además, los contratos de Matilde con Porrúa siempre fueron verbales. "A mí así me iba bien. Éramos amigos desde hace sesenta o setenta años y siempre me pagaba, no mucho, pero me pagaba". Y Porrúa se puso en contacto con Planeta. "Me ofrecieron 1.000 o 1.200 euros al año por los derechos de los libros, de los que tenía que descontar el IRPF, con lo cual, perdía mi pensión". Matilde cobra al mes 300 euros de pensión no contributiva. "Unos 240 van a parar a la comida, que tengo que pagar y no me gusta [Matilde no llega a los 40 kilos], y el resto me lo guardo para pagar el teléfono móvil; es la única manera de comunicarme con mis amigos y mi familia".
Desde el desencuentro con Planeta, Francisco Porrúa ingresa en su cuenta 500 o 1.000 euros por cumpleaños o fin de año. "Ya no nos vemos; sólo hablamos por teléfono de vez en cuando".
Daniel Cladera, responsable del área de derechos de Planeta, desconoce tal oferta y asegura que la editorial está dispuesta a negociar. "De hecho, últimamente estamos regularizando contratos antiguos con traductores", añade. Planeta compró la editorial Minotauro, especializada en ciencia-ficción y literatura fantástica, en 2001, tan sólo nueve días antes de que se estrenase la primera película de El señor de los anillos, 'La comunidad del anillo', de la trilogía dirigida por Peter Jackson. Los espectadores de esa primera entrega se contaron por millones, y en 2001 estalló la fiebre Tolkien: El señor de los anillos vendió un millón de copias. Matilde nunca participó de ese boom. Cladera asegura que desde la compra de Minotauro, las ventas de El señor de los anillos 'Las dos torres' y 'El retorno del rey' "ascienden aproximadamente a 500.000 ejemplares". Sin embargo, en una información publicada en este periódico el 13 de diciembre de 2001 se decía que la trilogía había vendido sólo en ese año un millón de copias. Y también que, desde 1977 hasta 2001, se habían vendido en España y América Latina cuatro millones de ejemplares. La editorial Minotauro, dirigida por Francisco Porrúa, reconocía que solía facturar tres millones de euros al año, pero en 2001 los números se han disparado hasta los 9,6 millones, gracias sobre todo a Tolkien -Minotauro era propietario no sólo de El señor de los anillos, El hobbit, El Simarillion, sus cuentos, ensayos, cartas, etcétera-. Y la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), en su informe de 2005, situaba a El señor de los anillos en el número 7 de los más leídos en 2005 y en el 10 de los más comprados.
Toma aire, mira por la ventana; ya ha contado "esa historia tan turbia" -es una de las que tiene que esforzarse por recordar porque ha debido de esforzarse mucho por olvidar-. "Parece que tengo de todo, alimento, habitación, y doy gracias al cielo por la luz, el aire, el verdor; puedo estar sola pero no es así", explica. Claro que está sola. En la residencia, la mayoría de los ancianos habla payés, y ella no los entiende. "Para mí es como un cacareo", sonríe.
Matilde no quiere acordarse más de Planeta ni de Tolkien ni de El señor de los anillos; quiere que ellos se acuerden de ella para que pueda volver a casa. "Mira, yo nunca pensé que fuese a vivir tantos años, pero ahora tengo ganas de seguir viviendo".Cobró 6.000 euros de finiquito después de 50 años de traducciones, y ahora vive en un asiloTradujo los dos últimos tomos de la trilogía, con unas ventas de medio millón de ejemplares
Matilde Horne- VICENT MARÍ
lunes, enero 01, 2007
Sin rastro de los desaparecidos 48 horas después del atentado.
LA OFENSIVA TERRORISTA
Sin rastro de los desaparecidos 48 horas después del atentado
Los equipos de rescate sólo han parado para escuchar las 12 campandas pero no han brindado por respeto a los dos ecuatorianos
AGENCIAS - Madrid - 01/01/2007
Los efectivos que trabajan en el desescombro del aparcamiento de la T-4 de Barajas, donde ETA hizo estallar el sábado una furgoneta bomba, siguen hoy sus tareas sin que hayan encontrado indicios de los dos desparecidos, cuando se cumplen 48 horas del atentado. Se trata del ecuatoriano Diego Armando Estacio Sivisapa, de 19 años, que había acompañado a su novia a recoger a su madre y que se quedó en su vehículo a echar una cabezada. Las mismas circunstancias pueden haber rodeado la desaparición de su compatriota Carlos Alonso Palate, de 35 años.
El aparcamiento de la T-4 donde se produjo la explosión ha quedado convertido en un amasijo de hierros y hormigón. Apoyados por maquinaria pesada, los efectivos desplazados hasta el parking de la terminal 4 han seguido trabajando toda la mañana, después de hacerlo durante toda la noche, con la esperanza de encontrar a los dos desaparecidos. - Agencia ATLAS
La actividad en el aeropuerto empieza a aumentar con las primeras luces del día y los viajeros acuden en mayor número a tomar sus vuelos en la T-4, donde los servicios de limpieza reinician la recogida de restos de los cristales de la fachada que resultaron afectados por la onda expansiva. Hacia las ocho de la mañana se ha reabierto el mostrador donde los propietarios de los vehículos siniestrados pueden interesarse por su coche o hacer las reclamaciones oportunas.
Los equipos de trabajo -compuestos por bomberos, Policia Nacional, Guardia Civil, Samur y expertos en construcción- prosiguen la retirada del hormigón y del amasijo de metal al que ha quedado reducido el módulo de D del aparcamiento de la T-4 del aeropuerto,que se desarrolla muy despacio y con ayuda de dos cizalladoras y dos excavadoras. Cada cierto tiempo, agentes de Policía toman muestras entre los restos removidos, que serán analizadas si son de interés para la investigación.
Durante la noche las labores se realizaron auxiliados con potentes focos que iluminan un gran boquete y una zona más compacta en la que se perciben, desmoronadas, unas plantas sobre otras. Los efectivos sólo han cesado su actividad para escuchar las doce campanadas de Fin de Año, pero decidieron no brindar como señal de respeto a los dos ecuatorianos desaparecidos, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. Personal de AENA, de Policía Nacional, Guardia Civil, y los operarios de las máquinas cizalladoras, sustituyeron las doce campadas de la Puerta del Sol por doce bocinazos a cargo de uno de los camiones que participan en la recogida de escombros.
"Por respeto a las personas que estan allí dentro, hemos decidido no brindar", explicó un responsable del cuerpo de los equipos de bomberos. "Para el año que entra tan sólo pedimos no tener que volver a trabajar en cosas como esta", comentó un policía. A primera hora de la mañana, debido a la mayor afluencia de viajeros, se han reforzado los efectivos de Policía Nacional en los limites del area acordonada, para evitar que los curiosos se acerquen a la zona afectada. Los viajeros que se dirigen a facturación de la T-4 se detienen para sacar fotografías o vídeos al tiempo que hacen comentarios sobre la magnitud de la explosión.